martes, 28 de enero de 2014
Me revolvió la tristeza las ganas.
Me enredo, me tiro, me sacudió.
Me dejó desnuda en la calle.
Me dejó despeinada.
Quedé desorientada, perdida entre el norte y el sur.
Me sacudió tan fuerte que no sabía quién era, dónde estaba.
Me dejó lejos de casa.
Me sacudió lejos del mundo que conocía.
Me entregó a barrios bajos.
Me entregó a mares profundos.
Me entregó al fuego del infierno.
Me agarró tan fuerte para que no escapara.
Me negó mirar, no me dejó escuchar.
Me llevo a donde quiso y como quiso.
Me cogió. Me violó. Y así me devolvió.
Triángulos
El dolor transformado; ¿Dejaría de ser dolor?
En triángulos tal vez.
Que brillen en la habitación oscura, rebalsada, melancólica.
Triángulos de distintos tamaños, de distintos colores y dimensiones.
Triángulos altos, equilátero, isósceles y escaleno.
Triángulos de las Bermudas en mi cama, que nos hagan desaparecer.
Triángulos de dolor.
Triángulos que nos lleven y traigan. Triángulos que nos atraen.
Lloro triángulos, grito triángulos. Me lastimo triángulos. Sufro triángulos. Y creo triángulos.
Entonces pienso que hay que darle nuevos significados a las cosas.
viernes, 24 de enero de 2014
Quiero todo a la vez
Quiero que todo deje de hacerte presente.
Quiero que no estés a donde sea que mire.
Quiero poder salir y no tener más miedo de cruzarte y no saber que hacer; Si correr, si llorar, si seguir.
Quiero poder estar en mi casa y dejar de imaginarte abajo sin poder tocar el timbre; tan confuso como estoy yo.
Quiero encontrarte y besarte.
Quiero dejarte, olvidarte.
Quiero hacer el amor con vos.
Quiero cogerme mil tipos y que desaparezcas de mi.
Quiero amarte.
Quiero odiarte.
Quiero todo a la vez.
Quiero que no estés a donde sea que mire.
Quiero poder salir y no tener más miedo de cruzarte y no saber que hacer; Si correr, si llorar, si seguir.
Quiero poder estar en mi casa y dejar de imaginarte abajo sin poder tocar el timbre; tan confuso como estoy yo.
Quiero encontrarte y besarte.
Quiero dejarte, olvidarte.
Quiero hacer el amor con vos.
Quiero cogerme mil tipos y que desaparezcas de mi.
Quiero amarte.
Quiero odiarte.
Quiero todo a la vez.
miércoles, 22 de enero de 2014
Hoy voy a llorar a los cuatro vientos.
Voy a correr a todos lados.
Voy a dividir mi cuerpo.
Voy a ser muchas.
Voy a ser todas.
Hoy voy a dejar que mi alma vuele.
Que mis lágrimas siembren.
Que mi cuerpo explote.
Que me encuentren y me dejen.
Hoy voy a dejar que la herida hierva.
Que la sangre flote.
Que la mente queme.
Hoy quiero quemarme viva.
Ahogarme en penas.
Vivir en agonía.
Voy a correr a todos lados.
Voy a dividir mi cuerpo.
Voy a ser muchas.
Voy a ser todas.
Hoy voy a dejar que mi alma vuele.
Que mis lágrimas siembren.
Que mi cuerpo explote.
Que me encuentren y me dejen.
Hoy voy a dejar que la herida hierva.
Que la sangre flote.
Que la mente queme.
Hoy quiero quemarme viva.
Ahogarme en penas.
Vivir en agonía.
lunes, 20 de enero de 2014
Ver el mar.
Ver el río.
Ver desde un puente sentados
o desde algún acantilado.
Ver el sol y taparlo con las manos.
Ver el cielo estrellado.
Pisar la arena caliente
el césped mojado.
Ver tu boca,
ver tus dientes.
Jugar con el vello de tu cara.
Jugar con los esmaltes de verano en tus pies.
Escribirte mensajes de amor.
Despertar a tu lado
dormir agotados.
-No te duermas
-No. Y los ojos se cerraban.
-Date vuelta.
-Si. Y giraba, dando la espalda.
Ver el río.
Ver desde un puente sentados
o desde algún acantilado.
Ver el sol y taparlo con las manos.
Ver el cielo estrellado.
Pisar la arena caliente
el césped mojado.
Ver tu boca,
ver tus dientes.
Jugar con el vello de tu cara.
Jugar con los esmaltes de verano en tus pies.
Escribirte mensajes de amor.
Despertar a tu lado
dormir agotados.
-No te duermas
-No. Y los ojos se cerraban.
-Date vuelta.
-Si. Y giraba, dando la espalda.
Te conozco, ¿Quién sos?
Es tu rostro todo lo que no puedo resolver.
Las arrugas de tus ojos no me dicen nada.
Miento.
Conozco de memoria todo lo que sos.
Es verdad.
Cuando llorás tus ojos crecen a punto de explotar.
A veces verdes,
a veces miel, marrones también.
Cuando estás nervioso tu aliento viene directo del estomago revuelto.
Cuando estás nervioso tu panza habla a gritos de socorro.
Cuando venís con ganas de decir algo,
te quedás callado, te ponés incomodo.
Cuando algo te supera, te vas por las ramas.
Cuando te echan, te quedás.
Te conozco de memoria.
Y sin embargo, ahora no sé quién sos.
Las arrugas de tus ojos no me dicen nada.
Miento.
Conozco de memoria todo lo que sos.
Es verdad.
Cuando llorás tus ojos crecen a punto de explotar.
A veces verdes,
a veces miel, marrones también.
Cuando estás nervioso tu aliento viene directo del estomago revuelto.
Cuando estás nervioso tu panza habla a gritos de socorro.
Cuando venís con ganas de decir algo,
te quedás callado, te ponés incomodo.
Cuando algo te supera, te vas por las ramas.
Cuando te echan, te quedás.
Te conozco de memoria.
Y sin embargo, ahora no sé quién sos.
domingo, 19 de enero de 2014
Incomprensible Conceptual
Ahí va con su abrigo
Ese tipo raro, Rodrigo.
La nieve se junta en su ombligo
Y por eso no tiene ningún amigo.
Conceptual Incomprensible #187
Liniers
Que tipo raro. La nieve no se junta en su ombligo. Pero la pelusa si. En su ombligo tiene un remolino. Y ese remolino es una tormenta desde la nariz hasta su entre pierna. Pero hay tormenta en sus manos también. Y en sus dedos. En sus hombros, en sus ojos, en sus piernas. ¿Y en sus pies? No sé.
Tiene muchos amigos. Porque es un tipo charlatán que habla sin cesar. Tiene muchos amigos y la nieve no se junta en su ombligo. Tiene muchos amigos y una tormenta en el pecho.
Él dice que es el amor después del amor. Y es verdad. Que tipo raro. Que tiene amigos y una tormenta en su ombligo.
viernes, 10 de enero de 2014
jueves, 9 de enero de 2014
¿Dónde te deje?
Estás guardado en algún lugar.
No te encuentro.
Te guardé muy bien.
Como todo lo que pierdo,
cuando no te busque,
vas a aparecer.
miércoles, 8 de enero de 2014
Cartas para no ser leidas - Ponerle fin
Te escribo desde el silencio y la oscuridad. Te escribo después de mucho pensar y analizar y analizar. Te escribo aunque me lo prohiba. Te escribo porque necesito hablar con vos.
Me tomé mi tiempo para hablarte. Bah, no, mentira. Me obligaste a tomarme tiempo para hablarte. Y en verdad esta es la única forma de hacerlo. Escribirte una carta que sé, jamás leerás. Pero la escribo, te hablo igual. Y así calmo mis ansias, mis ganas. mi dolor, la angustia que me genera el rechazo que recibo de vos. Rechazo que jamás pensé experimentar en vida. Jamás pensé que alguien pudiese sentir lo que vos sentís por mi: Rechazo.
No sé como hacés. No sé como te aguantas las ganas de putearme. De gritarme. De odiarme en la cara. De odiarme y que te vea odiarme. Es que yo me pongo en tu lugar y actuaría distinto. Te odiaría, te llamaría para que sepas mi odio. Para putearte. Para gritarte. Gritar.
Pero vos no. Vos no me llamás. No me puteás. No me gritás. Simplemente me rechazás. Tan simple como la muerte. Me matás.
Escribiría una carta diciéndote lo equivocado que estás. Pero ¿de qué vale? Sí hubieses tenido alguna duda, me habrías llamado. Me hubieses preguntado. Pero vos no dudaste, solo creíste. No me diste oportunidad ninguna. Escuchaste, creíste y me rechazaste.
Pensé que hacer al respecto. Volverme y buscarte. Esperar y buscarte. Volver cuando debía volver, esperar y buscarte. Volver en algún momento y encontrarte. O dejarte ir. Está última es la más difícil y sin embrago, la que más hicimos y dije hacer: Dejarte ir.
Pensé que loco sería sí fuese verdad lo que vos crees. Debería pedirte perdón y vos decidir si perdonarme. Yo no lo haría. Pero ahora pienso, que si te busco y te digo que no es verdad, vos me escuchas, me crees... ¿Qué pasaría después? Me iría llorando igual, con el corazón roto, porque nunca fuiste capaz de pensar en mí, en mi inocencia. Ni siquiera dudaste. ¿Y cómo puedo perdonarte? No puedo perdonarte.
Nos vivimos separando, sabíamos que algún día iba a ser el último. Y mirá que loco, lo decidiste vos. Le pusiste fin, por fin.
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