miércoles, 25 de marzo de 2015



No tenemos nada más que hacer, ni nada más por decir.
Estamos perdidos en la oscuridad.
Escuchamos el llanto de las luciérnagas, que ya no brillan, y sólo desean morir. 
Entonces llegás de la nada, y sos la luz que se filtra en nuestros ojos.
Te abrazamos pero no sentimos tu calor.
¿Qué pasa con el mundo que va para atrás?
¿Podremos soportar tantas muertes y el frio de la humanidad?

No me exigan más de lo que quiero dar.
Tu controlas el mundo y la hora yo solo quiero sentir el aire entrar y llenar mis músculos. 
Se te apaga el verano, y tus genitales cuelgan a lo lejos. 
Me da asco la incertidumbre de tus besos. 
Me siento retroceder otra vez. 
Te voy a llamar para que me cuelgues el teléfono y así tener motivos por el cual llorar. 
Me quiero a costar a dormir días y noche y sentir que nada es pleno, pero no puedo porque mi vida va bien.