La neblina entró por la venta, tapó el comedor.
El espejo que está enfrentándome agiganta el comedor
nublado.
Hay neblina en el sillón. Hay neblina en las patas de la
mesa. En el respaldo de la silla.
Me asusto y tiemblo. Me siento sola, retumbo contra el
silencio. Soy un eco claro que vuelve a mí.
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