Sólo desperté así.
Mi cabeza reproducía imágenes pasadas en donde sonreía con “un
él”.
Y es que estos días no pude dejar de sonreír.
Y entonces le pedí verme. Estaba en la cima. Y todo fue
bien.
Pero entonces se fue. Y no quedó nada.
Y lo que parecía tan real desapareció al instante.
Y ahora no sé qué es real y qué es una ilusión.
Y me entristece terriblemente pensar que ese “un él” es,
una ilusión.
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