sábado, 26 de julio de 2014




Me gusta jugar con fuego y quemarlo todo. Me gusta el olor a quemado, el humo, el sabor. Me gusta quemar papeles y hierbas. Me gusta mucho fumar. Me aleja del dolor y me sumerge más. Estoy tan metida en mi angustia que ya no me duele acá. Ahora me siento segura. Mis muros están escritos con uñas. Frases de una infinita soledad agrietan las paredes. No hay colores. Y sólo entra un halo de luz por la cabeza. No siento frío. No puedo sentir. Acá no se siente nada. Por eso estamos a salvo. A veces quiero irme y gritar fuerte y decirle a todos la verdad. Me imagino caminando entre ellos. Tiene las bocas tapadas, porque así es más fácil. Los miro a los ojos pero ellos no me ven. Y les digo las palabras más dolorosas que se le puede decir a quienes querés. Los destruyo y les escupo verdades subjetivas. No me queda nada. A todos los odio. Me voy y dejo de existir. 



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