martes, 11 de diciembre de 2012

No dejes filos en mi habitación




Heridas que fracasaron
Heridas que fracasaron su por qué
Heridas que emblanquecen la piel
Heridas que no se van pero regresan

Soy débil ante el filo
Soy débil ante la presión
Soy débil cuando duermo y respiro
pero me amo

No olvides tus filosas armas en mi mundo
me pueden lastimar
Me puedo lastimar y no volver
No te olvides de llevarte tus filos de mi habitación




sábado, 8 de diciembre de 2012

¿Si se pierde la coherencia se pierde todo?

Si la coherencia es la relación de una cosa con la otra, al perdela,  al no poseerla nuestra vida perdería sentido. En realidad no es una afirmación sino por el contrario es una pregunta que me hago.
Me pregunto, si nuestra vida necesita de estar hilada todo el tiempo.
Me gustaría pensar que no es así. Pero me doy cuenta que a veces cuando voy de un lugar al otro y la gente no entiende como llego a ciertos lugares o algunas conclusiones en mi cabeza hice todo un recorrido invisible pero existente para preguntarme tal o cual cosa.
Todos nuestros actos estás hilados. Todos están relacionados entre si. Sin importar lo que hagamos.
Debo confesar que eso me asusta. Me asusta mucho.
Un paso más hacía la locura.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Más allá de tu ombligo y esa pelusa



Me miro por dentro cada vez que te siento presente. Entonces recuerdo. Entonces me enfrio. Entonces decido que todo salga de mi estomago y se convierta en ese fluido que sanará y sana todo la confusión que me produce el sentirte presente, sentirte cerca. Entonces cada vez que decido sacarte de mi estomago te digo adiós. Y así te despido todos los días.


jueves, 23 de agosto de 2012

Un, dos, tres. ABC.





Buscamos, buscamos el Sol.
Tocarte amor, quiero.
TeHablar, quiero.
QuieroTe besarnos.
Estoy. Amarte. Vos.

Buscamos tocarte. Te quiero, estoy.
Buscamos amor. Hablarte. Amarte.
Sol quiero. Quiero besos. Quiero a vos.

Buscamos, buscamos sol.
Amor. Tocarte. Hablarte.
Quiero Te Quiero.
Quiero. Estoy.
Te Amarte Vos.



domingo, 12 de agosto de 2012

Imperfecciones de un mundo (1)



Unos lastimaMOS a otros.
Una gran cadena,
cada eslabón
hecha raíces
le salen raíces
atravesadas de dolor.

Un lago,
un poco de sangre.
Personas, tristeza.
Todas.
Nadie.

Lastimados, lastimadores.


Y todo vuelve a empezar.


lunes, 6 de agosto de 2012

Adios



Nos desprendimos de nuestros bienes.
Esos que estaban convertidos en recuerdos.
Pensé en quedarme con una remera secuestrada
pero decidí dejarte ir.

Dejarte ir completo.
Dejarte ir del todo.

Te fuiste.

Nos desprendimos de nuestros bienes.
Esos que se hacían pasar por recuerdos.
Pensé en quedarme con tu perfume
pero te dejé ir.

Nos desprendimos.
Me desprendí de vos.



Sospechas




Esas náuseas incontrolables me hacen sospechar que me está olvidando.
No sería la primera vez que me dan ganas de vomitar cunado él está bajo una situación un tanto comprometida.
Esas nauseas que viene y van me hacen sospechar que ya me olvidaste.
Ahora si que soy un revuelto gramajo y como, por dios, como me faltan esas papas fritas.

Quizás tengas razón y sí, siempre escribí para vos.

Hola te estoy hablando ¿Estás ahí?
Me estoy hablando. ¿Dónde estoy?

Me perdi



lunes, 30 de julio de 2012

miércoles, 25 de julio de 2012

Los ojos arden



Se tentó. Revisó su blog y encontró lo que no tenía que ver. Eso que hubiese cambiado todo de haber sido leído a tiempo.

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En un ataque llora desconsolada. El sol le pega en la cara. El sol le pega fuerte en la cara y ella llora. Hay olor a mar. Llora viendo la inmensidad. Llora al ver que el mar termina en una linea imaginaria. Llora porque todo es nada.
¿Por qué el mar es salado? Se pregunta ¿Serán las lagrimas de los muertos arrojados al mar? Porque los muertos también lloran, piensa.

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En el mar quedo su amigo. Se volvió arena, agua, y sal. se volvió eterno y vida.
En el mar lloró por él. Respiró profundo y lo dejo en el mar.

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Sintió el sol en la cara y las lagrimas calientes por la piel. Sintió amor.


lunes, 23 de julio de 2012

Regalame el SOL


Tráeme el sol a mis manos.
Vos, que sólo vos podes dármelo
porque nadie más en el mundo entiende la necesidad de tenerlo cerca
Tráemelo, dámelo, lo necesito.
Tráemelo, vos, que solo vos sabe donde está.

Búscame, encontrame, sabes en donde estoy.
Encontrame, búscame, tráeme el sol.
Nadie más que vos sabe por qué lo quiero tanto.

Tráeme el sol y reflejame con él.
Tráeme el sol y bailemos juntos debajo.
Que nos alumbre.
Que no llene.
Que nos acaricie suavemente.

Tráeme el sol.
solo vos.


Regalame el sol




Entre dos espacios brilla Físico y tocable,
verde y mar;
Aire y nada, la nada, más nada.

Me quema, lo quiero.
Me lleva, lo entiendo.

Caliente entra a mi vida
Enciende mi vida

Y se mueve sobre mi.

Y se mueve junto a mi.

Damelo y te doy la luna.

Yo tengo la luna para ti.

Dame el sol que es para mi.



La semana - Quinta parte - El viaje



Se levantó frustrada, y cansada. Se levantó pensando en él. Pensando en todo lo que tendría que hacer en el día. peleándose con la vida. Pensó con ansias todo lo que dejaría en el mar. Juntó recuerdos y los metió en una caja que forró con cuidado y prolijidad. Con papeles de colores predominando el verde y el azul. Con frases de canciones escritas. Con fragmentos de cuentos que ambos habían escrito. Con Sueños. Con parte de su vida.
Preparó su mochila Wilson favorita. La cámara semi reflex. Puso el auto en marcha y arrancó para el primer destino. Llevó un cd con canciones que solía escuchar cunado estaba con él. No por melancólica, ella quería educarlo musicalmente, el cd le hacía recordar por qué debía dejarlo en el mar. Lo puso para escuchar en la ruta. La caja decorada de manera peculiar estaba en el asiento del acompañante. La ventanilla estaba un centímetro abierta para no sentirse encerrada, así podría sentir el aire frío sureño en la cara mezclado con el aire de la calefacción del auto.
Viajó asustada por la ruta. Era su primer viaje sola. Se mantenía concentrada en los autos y la ruta. La música sonaba muy despacito porque sino no podía escuchar el motor. Miraba por todos los espejos casi paranoica. La caja estaba a su lado acompañandola. Cada tanto la miraba y se relajaba.
A la mitad del camino había una caminera, bajó la velocidad y pasó despacito y fingiendo calma. Al finalizar la pasada por el camino de conos naranjas estaba una chica joven pero con la piel cansada y quemada, casi anaranjada como los conos policiales, haciendo dedo. Ella no era de levantar gente de las rutas pero sin pensarlo frenó y la levanto. Se sintió cautivada por la sutileza de la joven. Parecía sacada de una novela de Murakami. Al verla pensó en su novela favorita. Pero la única condición que puso fue que se tendría que sentar atrás. El asiento del acompañante ya estaba ocupado. La joven de cara anaranjada accedió.


Domingo, 22 de julio de 2012
22:03




sábado, 21 de julio de 2012

Ansiedad




Lo buscaba y me decía que estaba feliz. Que estaba con alguien que había sido un verdadero apoyo para él. Que se iba a casar con ella.
Me desperté sintiéndome abandonada. Por él, por la vida. Quise llamarlo. Pero de a poco la ansiedad empezó a bajar y deduje que esa sensación venía por el cambio de actitud que él había tomado en mi sueño. Y porque desde que lo deje no sé había comunicado conmigo.
Sigo firme, no lo llamé, ni lo llamaré. Ese sueño fue un reflejo de cosas que él me decía y tanto mal me hacían. No era algo que deseaba, sólo fue un recuerdo confuso.

Si la ansiedad vuelve, sólo hay que sentarse a escribir.



Una semana - Cuarta parte - Ella y el sexo




Se aproximaba el momento de revelación. Planeó cautelosamente un viaje al mar. Recorrería la playa que quedaba a 30 kilómetros el sábado y pasearía por el puerto que quedaba a unos 200 kilómetro el domingo. Pasaría la tarde, comería, tomaría mate con su madre y amigos. Buscaría dejar en el mar las malas energía y liberarse como quién arroja las cenizas de un amigo, de un familiar y le dice adiós. Sacaría fotos y respiraría con profundidad. Pensar en él todavía le provocaba asfixia momentánea. Pensaría en él y lo dejaría en el mar.
Dejarlo en el mar, era dejarlo para siempre. Dejar sus sentimientos. Dejar de extrañarlo y dejar de quedarse sin aire cada vez que pensaba en él. Dejarlo irse de su alma. Dejar de pensar en él y querer hacerle el amor. Las ideas de él acariciando su sexo antes de hacerle el amor aparecían en cualquier momento del día y la noche. Las imágenes de ellos besándose en la cama no la dejaban de perseguir. Recordaba con detalle cada vez que se habían acostado. Lo necesitaba de vuelta dentro de ella. Necesitaba dejarlo en el mar.
Decidió dejar de escribir su cuento hasta volver de la playa. Creía que así volvería limpia para poder terminarlo. No sé equivocaba así sería. Apago el computador y se fue a acostar excitada por los pensamientos que la invadían de él. Recuerdos que había escrito en su cuento como ella lo recordaba detalle por detalle.
En vuelta en sudor y enredada en las sabanas a causa de las vueltas que daba intentando dejar de pensar y recordando cada vez que él la tocó. Quería acariciarse. Se quería acariciar y pensar en él, hacer como lo hacía él. Pero le daba terror hacerlo. No se animaba a masturbarse con su imagen porque temía volver a enamorarse, de confundirse. De dejar atrás el rompimiento y llamarlo. No sabía si él la aceptaría de vuelta. Pero en realidad no lo pensaba. Sólo pensaba en su miembro y en la forma en que la tocaba.
Se escuchaba respirar y se excitaba. La suavidad de las sabanas la excitaba. cada vez que pasaba la mano por su pierna o se acomodaba el pelo se excitaba. No podía parar de pensar en él. Lo recordaba y lo amaba. Recordaba amarlo y se quedaba sin aire. Volvía a sentir como el pecho se presionaba, su garganta se cerraba y un hilo de aire luchaba con fuerza para poder llenar sus pulmones.
Se quedo dormida bajo el éxtasis de la locura que sentía por él. Por haberlo dejado y no verlo. Por haberlo dejado por completo y no tenerlo. Esa noche como las anteriores tuvo un sueño erótico. Pero en ellos tenía sexo con seres que no tenían cara.


Sábado, 21 de julio de 2012.
03:20



Una semana - Tercera parte - La razón de la huida




¿Qué vamos a hacer?, le pregunto una actriz secundaria al protagonista de la novela de las 11. El televisor seguía prendido para nadie. Las luces se distorsionaban, hacían sus propias figuras, dibujan sus propias imágenes. Cuando alguien lo pispeaba o miraba de reojo la imagen se arreglaba y emitía las verdaderas.
Ella sabía de las energías que trasmitía el reflejo del televisor. Era una de las tantas cosas que le molestaban de su casa que hacía tiempo había dejado de ser su casa. Lo sobrecargada que estaba, llena de aparatos que nadie usaba. Las flores secas que adornaban cada una de las habitaciones.Pero lo que más le molestaba era su cuarto, reacomodado por su madre. La cama estaba en el medio de la pieza, cuando a ella le daba terror esa posición. Al frente se encontraba un espejo que la reflejaba todo el tiempo.
Volver siempre era difícil, por una cosa u otra. Siempre se sentía incomoda por algo. Esta vez ella se había escapado de su nueva ciudad. Había huido del cansancio, de la rutina, de las peleas. Estaba agotada de discutir. De hablar por teléfono. De seguir intentando sostener una relación que ya no quería seguir.
Lo que ella no sabía era que en su vida iban a pasar cosas en este viaje que le harían cambiar toda su forma de pensar, de vivir, de respirar. Pero para que eso llegue a los ojos de ella faltaba tiempo. La vida era más que mirar el mar. Y gracias a ese viaje de regreso a su hogar, por fin lo entendería.
Seguía luchando para no llamar a esa persona. Todas las noches antes de dormir pensaba en él. En sus besos, en la forma en la que le hacía el amor. Pensaba en masturbarse pensando en él. Pero no podía. Se frenaba cuando tocaba su sexo. Intento tenes relaciones con otras personas, pero la cara y los recuerdos de él aparecían de golpe y no podía avanzar.
Lo necesitaba pero no podía retroceder. Al terminar la semana, lo habría olvidado.


Viernes, 20 de julio de 2012.
23:58



jueves, 19 de julio de 2012

Una semana - Segunda parte - Las molestias cotidianas




Entonces recordó de a poco esos últimos ocho meses. Los primeros vestigios del enamoramiento. La sensación de abandono que le producía el hecho de no tener noticias de quien hoy le generaba una carga. El sexo apasionado que embriagaba el alma, liberándola de las opresiones y dejaba salir espontáneamente los mejores secretos. Las más vergonzosas confesiones. Las más dulces palabras de amor.
Todo eso quedó en el pasado, era parte de una historia que estaba terminando. Cada vez que estos recuerdos invadían su mente, debía invocar las últimas semanas. Ella no era feliz. Sólo debía recordarlo para mantener la calma y no correr desesperadamente a sus brazos.
Sabía lo que iba a pasar si eso llegaba a suceder. Lo llamaría y le diría que cometió un error. Que en el momento se sintió ofuscada. Estaba con demasiadas responsabilidades. Que se había sobrecargado. Todas esas sensaciones la habían confundido pero le diría que lo quería y que lo extrañaba y necesitaba.
Claro que lo extrañaba y necesitaba pero no de la forma que él quería y debía ser querido. Ella, añoraba pasar las horas con él y reír juntos. Pero Cuando tuvo que ponerle nombre a la relación, se empezó a sentir encerrada como si lo único que tenía para ella se empezara a ensuciar con el afuera. Cada vez que alguien le hacia referencia a esa relación su pecho se ponía duro, sus garganta se cerraba trabando el aire que debía pasar por allí. Sus ojos se abrían por la presión que le ejercía respirar.
Detuvo la escritura, su madre le hablaba y no la dejaba escribir. Un perro ladraba hace horas. El colectivo pasaba por su calle y hacía temblar la casa, las paredes, el piso. El ruido del fluorescente, la heladera, y el noticiero de las siete. Los murmullos de un suicidio. El olor a suavizante que penetraba por su nariz le daba picazón.


Jueves, 19 de julio de 2012.
19:13



Olvidate



Dejame seguir, dejame.

Dejame ser, dejame.

Dejame y olvidate.


Una semana - Primera parte - Las primeras 20 lineas



Sé sentó frente a la computadora con la consigna de escribirse, día tras día, todos los días por una semana todas las veces que lo necesitara en el día. Empezó a teclear y se equivocó al escribir. Tuvo que volver a empezar. Eso no le molesto. Tenía que escribir 20 lineas, no importaba si el final no tenía coherencia, sólo 20 lineas. Pero lo que creyó que sería tan sencillo, empezó a complicarse en sus primeras cuatro lineas.
Quería concentrarse pero el hecho de estar de visita en su lugar de casi origen le provocaba un malestar que no podía describir con palabras. El televisor estaba prendido pero nadie lo veía. Estaba encendido para un público ausente. La luz del fluorescente del comedor emitía un sonido agudo que no paraba de sonar y se mezclaba con el ruido de la heladera y el televisor. 
Ella quería escribir un relato, un cuento, acerca de si misma. Quería contar en tercera persona como se sentía en sus vacaciones invernales. Tenía jugo para sacar de su vida. Quería explotar al máximo cada suceso que transitaba. 
En su ciudad tendría que enfrentar regresar a su casa, su vieja habitación. Horarios puesto por su madre. A su madre. Los amigos que nunca quería volver a ver ya que la mayoría habían hecho familia. La resiente muerte de un amigo. El hecho de no estar en su casa con sus cosas. Adaptarse una nueva/vieja ciudad. La ruptura con un ser querido. Morirse de ganas de llamarlo pero aceptar el hecho de que así era mejor. Y por sobre todo, bancarse la mala conexión de Internet. 
Contó las lineas escritas, le faltaban sólo cuatro para terminar su primer día. Pensó en silencio y con la mirada puesta en la pantalla cómo seguiría la historia. Pensó y escribió. Se detuvo de repente, miró el celular, quiso llamar a esa persona pero se frenó por milésima vez en el día. Recordó las razones por las que no quería seguir en esa relación conflictiva. Recordó con esfuerzo lo agobiada que se sentía. Pensó en él y se quedó sin aire.


Jueves, 19 de julio de 2012.
03:58



miércoles, 18 de julio de 2012

Luna Monti y Juan Quintero. Mejor Así.

Delete



Son como síntomas. Aparecen uno después del otro. Si sabes el orden de estos, entonces podes controlarlos. Sino sos un caso perdido. Y corres el riesgo de caer ante esta terrible enfermedad.

La enfermedad: desintoxicarse del amor. Del desamor. Volver a la realidad.

Antes de caer en volver a llamarlo, borre todo del celular, sus mensajes, su número, el registro de llamadas. Pero no hay que ser ingenuos, es obvio que cada dígito está  marcado en una parte del cerebro.
Antes de que se te ocurra llamarlo, respirá hondo. Y si eso no funciona, antes de poner su número marca #31#, así si te arrepentís y cortas, jamás sabrá que fuiste vos.

En el momento en el que tomaste la decisión de acabar una relación, seguro tuviste mil razones. Pero en estos días, los primeros, vas a encontrar otras mil que te dicen que vuelvas a intentarlo. Entonces, volvé a respirar hondo y date cuenta que esos pensamientos, son viejas imágenes de cuando estaban en el mejor momento, seguro ante de los seis meses. Cuando hasta el sexo era increíble. La solución es cambiar esos pensamientos, por los últimos momentos vividos.

No lo llames. No lo llames. No lo llames. No lo llames. No lo llames. No lo llames. No lo llames.

No lo llames. Es la primera etapa la más difícil. Después es más fácil olvidarlo.

Borralo de tu vida. Borralo de todos lados.

Antes de llamarlo, pensá. ¿Para qué? ¿Qué le voy a decir? ¿Qué lo amo? ¿Qué lo extraño? ¿Qué?




martes, 17 de julio de 2012

Mal de amores. Mal de muchos


Un día corriente en el médico.

- ¿Y qué te pasa?
- Nauseas, vómitos, llanto atragantado.
- Mal de amores.

Un día corriente en lo de una amiga.

- ¿Y qué te pasa?
- Nauseas, vómitos, llanto atragantado.
- Mal de amores.


Un día corriente en la psicóloga.

- ¿Y qué te pasa?
- Nauseas, vómitos, llanto atragantado.
- Mal de amores.

Se levanta. Mira a su alrededor con la mirada pensativa, como si buscara algo. Pero no busca nada. 
Recuerda que tiene que irse velozmente. Junta sus cosas sin decir nada. Y se va por la puerta de entrada. 



miércoles, 4 de julio de 2012

Estoy lista para que hablemos de la muerte




Me siento lista. Me siento preparada.
Recuerdo aquel día de invierno, en el que caminábamos por el boulevard de 53, faltaban pocas calles para llegar a la plaza.

-No! Miento.
-¿Mentís Luciana?
-Quise decir... Es una expresión.
-¿Mentís?
- Sí miento.

Me miró con su cara borrosa y sus ojos entre dormidos, se esfumaba de a poco y yo volvía a la realidad.

En realidad la caminata era al revés, volvíamos caminando por 51 en dirección hacia plaza Moreno. Hablábamos con entusiasmo, como solíamos hacerlo en aquel momento, nada podía pararnos. Yo te contaba de mi miedo a la muerte. Vos me preguntabas respecto a él. Cada paso se hacia más tenebroso. Cada pisada era más caliente y densa como si de repente nos sumergiéramos en arenas movedizas y nuestros pies pesarán, como si de repente no pudiéramos avanzar.

-¿Avanzar hacia la muerte? A eso te referís. ¿Avanzabas hacia la muerte cuando hablabas de ella?

Me quede muda. Mire para otro lado y su cara volvió a desaparecer. Quedó resonando su voz.

Me preguntaste por la reencarnación. Pensaste que si me aferraba a ella podría superar mi miedo a la muerte. Pero Te explique con vergüenza que me daba más miedo pensar en la reencarnación porque cuando una volvería a nacer sería otra persona con otras convicciones, otra forma de ser, de pensar, de ver y sentir la vida. Te explique que me daba miedo porque podría tocarme un ser que odio. Entonces vos, más sabio que yo me refutaste con que una cuando vuelve a nacer va evolucionando. Avanzamos, nos volvemos más sabios. Nuestra alma es más iluminada, más pura, más limpia. Reencarnamos para evolucionar. En ese momento sentí, a pesar del frío invernal, una sensación cálida subir por mi cuerpo. Sentí paz. Ese día deje de temerle a la muerte.



martes, 3 de julio de 2012

La vida 2.0




- Y vos? sos abierta? Insistente tal vez.



- Mas o menos... Soy bastante abierta pero cuando voy forjando relaciones mas serias empiezo a cerrarme.
Soy insistente pero logro que la gente me cuente lo que quiero saber...


- Seria más lógico abrirse con los que tenes más confianza, por qué te empezas a cerrar? Te pasa con todos?


Cuando uno empieza a conocer a otro es más facil contarle cosas
Podes hacer más el cuentito a tu modo.
Pero cuando el tiempo pasa ese otro empieza a conocerte y a entender más el cuento, es como el desarrollo... Ya sabes como puede reaccionar un personaje ya lo conoces. Bueno... Cuando yo siento que el otro me conoce... Me empiezo a cerrar porque ese otro me puede empezar a cuestionar.
Y eso me genera presión.



domingo, 1 de julio de 2012

Me falta el aire en la ciudad





Me falta el aire en la ciudad, cuando camino sin destino por las calles grises, de piedra, de tierra, de barro, tal vez, de todo, de nada, de miedo, de ahora, de ya, de siempre presente. Gritó.





lunes, 25 de junio de 2012

Desenredandome



Despertándome a la noche todas las noches me despierto.
Me despierto todas las noches a la noche, despertándome.



Tengo demasiados pensamiento. No sé por dónde empezar. No sé que quiero empezar. No sé por qué decidí volcar palabras acá. Pero está bien esto. Este lío de palabras. De oraciones. Es la verdadera identidad de este blog. Ser un lugar lleno de oraciones perdidas y enredadas. Mezcladas. Puntuadas una de las otras. Volcar ideas. Sensaciones. Vomitar vocales y consonantes. Vomitar líos. Exponerme a mi misma. como alguien que es. Como un ser. Como lo que soy. Conociéndome o no. Me muestro en un lío. En un párrafo. Me muestro anónima y no tan. Me expongo. Me muestro.

Y empezar a desenredarme.



viernes, 25 de mayo de 2012

Olían a sexo

...

Son variadas las veces en la que mi cama me mira y no me reconoce. Me siente pero realmente mi tacto no le es familiar. Me huele y no distingue ese olor -si, ese olor- en mi. 

Me ve estremecerme sobre ella. Me escucha retener la respiración, apretar los dientes, suspirar y gritar. Siente mis manos apretándola, mis uñas por la tela, mis talones y dedos deslizándose con presión contra ella. Siente mi hálito cálido. Siente mis dientes. Y es testigo de cada palabra, cada secreto, cada confesión.

...

sábado, 12 de mayo de 2012

Ella, a quien odio.



Escucho a mi vecina cantar, repite a gritos y con pasión canciones de desamor. Todas me estremecen, sus letras, sus acordes, y ella, sufriendo por amor.
Ella, a quien realmente odio, está ahí, cantándole al desamor con pasión, con alegría. Se alegra de cantarle al desamor. Se alegra al cantar. 
La escucho. Quiero bajar y abrazarla. Pero la odio. Pero quiero abrazarla. Y cantar con ella canciones de desamor. Quiero alegrarme de cantarle al desamor con pasión, como hace ella.




viernes, 20 de abril de 2012

Revelaciones nocturnas que asustan el alma dormida



Me ahogaba.


Lloraba con la vida.


Lloraba desconsolada y no podía detenerme.

Tenía puesta la remera (esa que parece separarnos) y lloraba.

Los veía lejos mio y lloraba.

Me miraban y lloraba.


Me ahogaba en llanto.


Ellos distintos a mi, me miraban.

Me miraban con odio.

Y lloraba.


Miraba el piso.

Se formaba con mis lagrimas un charco rojo.

Me miraba en el piso.

Me miraba y lloraba.

Me ahogaba.



- Estás soñando. Ya está, no pasa nada.
-  ¿Qué? ¿Qué? Me pregunte mientras sentía que me faltaba el aire.
- Estabas soñando. Ya te despertaste.
- ¿Qué hice? ¿Hice algo?
- Estabas agitada y te movías.
- Soñé que lloraba y me ahogaba. Dije entre dormida, acomodando mi cuerpo contra la pared.









domingo, 1 de abril de 2012

Los domingos

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Los domingos me dan ganas de escribir...



Entonces pienso que los domingos, no son buenos días.







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lunes, 26 de marzo de 2012

¿QUÉ ESTÁS PENSANDO? 4

Después de varios intentos fallidos, consiguió su propósito.


Nos rozábamos, jugábamos a que no sabíamos lo que hacíamos.


Nos besamos... Nos besamos... Nos besamos.


Me miró, me acarició y entre dientes y la mirada en el futuro, me dijo: Tengo miedo de cómo te vas a sentir mañana...


Lo miré, lo besé... Dormimos hasta mañana...

martes, 13 de marzo de 2012

Un sábado a las 6 de la mañana

Después de una tarde llena de excusas mi cabeza no paraba de pensar.
¿Qué estoy haciendo? ¿Qué mierda hago?

Mientras me torturaba a mi misma en la cama, repasaba con mi memoria cada detalle del día. Cada acercamiento. Cada encuentro clandestino de nuestros ojos.
Me sentía y siento totalmente cursi. Pero era todo en lo que pensaba...

A las 6 de la mañana sin pensar demasiado le pedí al universo que aparezcas, claro, pidiéndotelo a vos. Y para mi sorpresa y desquicio apareciste.

Llegaste y te lanzaste al piso me senté a tu lado y nos abrazamos. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO ACÁ?

La incertidumbre de despertar juntos.

Era todo muy natural, como si siempre hubiese sido así. Después de ese día dejó de ser natural.


¿Qué está pasando acá?


martes, 28 de febrero de 2012

Nos lloramos en vida







¿Será esta lluvia el llanto de todos los muertos? ¿Los muertos en vida? ¿Los que lloramos?







viernes, 24 de febrero de 2012

¿Quién dijo que soñar no cuesta nada?

Quiero ser...

El paraguas que se rompe el día de lluvia.

Quiero ser...

El viento y la brisa.

Quiero ser...

La sexta cuerda de la guitarra.

Quiero ser...

Un duende de Liniers.

Quiero ser...

La voz de Armstrong.

Quiero ser...

Un ballet.

Quiero ser...

El rio.

Quiero ser...

el vuelo de una mariposa.

Quiero ser...

Lo dulce del caramelo.

Quiero ser...

El calosfrío del presentimiento.

Quiero ser...

El tacto, el olfato, el gusto.

Quiero ser...

...llanto.

Quiero ser...

Las plumas de la almohada.

Quiero ser...

Los resortes de la cama.

Quiero ser...

El frío en los dientes.





¿Quién dijo que soñar no cuesta nada?

domingo, 12 de febrero de 2012

El día en el que mi cama grito tú nombre. Entrando en una realidad menos agobiante pero pesada como aquella levedad


Algo parecía distinto pero todo estaba perfectamente acomodado en su lugar, nada había cambiado en absoluto. Sin embargo esa noche no pude dormir con nadie más en mi cama.
No sentía culpa de llevar a alguien más, pero mi cama no callaba y te reclamaba. Me delataba a gritos, quise callarla pero no sabía cómo. Me pedía que alejara esa figura extraña y te llevará en su lugar.
Tire un colchón al costado, coloque sabanas limpias y dormimos en el piso. Ella observo callada.


Hace días que las cosas se complicaron de una manera irracional. Es el poder del desencantamiento, pienso. Pero creo estar cayendo en la realidad. Esa que estuve negándome últimamente. Ahora creo estar más preparada para aceptar el peso de las cosas y por fin dejar de querer ser libre. Esa libertad que no tenía nada más que una carga extra.
Estoy alejándome de todo eso que me tenía sin problemas y enfrentando aquello que tanto me agobiaba. Eso que me dejaba sin aire, que presionaba mi pecho, ahora está presente pero es agradable. O algo así.



viernes, 10 de febrero de 2012

La ruta 3

Apoyé mi nariz en el frió vidrio. Hice foco en la oscuridad, la cantidad de estrellas me hace sentirme un punto más. El reflejo de la luz me advierte que se acerca un camión. Siento la luz pasar, el sonido que corta el aire... Cierro los ojos, la sensación del camión pasando a mi lado me hace pensar en la muerte.

A cada instante cae un mensaje contándome el color de la luna, el tren que va a marruecos y que pasa cuando me duermo. Alguien que está en la ruta como yo, me cuenta su viaje tan distinto al mio. Vamos haciendo el mismo camino, hacia el mismo lugar pero vemos cosas distintas. Me cuesta contestarle, casi que no quiero, leo y releo mensajes de mi celular. Quiero ser romántica pero me parece que eso ya no es para mi. Cada vez vibran mis manos, espero que no sea el viajero sino alguien más pero eso no pasa. Todo el tiempo tengo que cuidarme de este pensar. No quiero ser rebuscada, pero lo soy.


Esa tristeza

Quiero escuchar Spinetta, pero ahora están todos con eso y me da careta. Pero necesito que la tristeza que tengo adentro se asimile a algo... Y si, si estoy feliz tengo un estilo, si estoy sola tengo otro, si estoy triste por algo que no afecte mucho mi corazón claramente me pega el folclore pero si me "apuñalan" el corazón, necesito entonces, escuchar al flaco. ¡Qué bodrio! Puse una canción pero le baje bien el volumen. Ya fue, así no se puede vivir.

(No sé si él leerá esto. Si lo llegase a ver seguro pensaría que todo esto es por él, yo vivo por él, respiro por él, escribo por él. Y aunque de alguna manera cosas que me pasan ahora me las mueve ese ser de nariz horrible, no todo es por él. No todo es por vos.)

Me enamoré.
¿Me enamoré?
No! Me enamoré!
Me enamoré...
Eh?
Bueno, ya fue...

Y si del amor al odio hay un solo pasó, la mentira.


(Ahora si me siento mejor) Y esa es la idea del blog. Para genialidades tengo otros.



jueves, 9 de febrero de 2012

¿Qué estás pensando? 3 El peso de la levedad se me hace insoportable. (se murió spinetta)

Me deshice de todo lo que me generaba presión. Mi cabeza no podía soportarlo más. Me sentí débil y frágil, sin control sobre mi vida. Pero claro nadie tiene control sobre su vida, nadie.

¿Cuando fue que deje de sentirme inmortal?

Hoy siento frío y estamos en verano, hace tiempo que esperamos la calma, pero llegó inoportuna. Este frío se siente triste y melancólico.

Estoy llorando como hace años atrás. De una manera cobarde. Estoy llorando porque quiero llorar.

¡Qué loca la vida! Pienso y recuerdo. Se murió Spinetta mientras me bañaba. A mi me gustaba el flaco, me había costado entrarle, hasta que llegó.
Él estaba peor, se le notaba la tristeza en el corazón y se reflejaba en sus ojos.
A Nico le gustaba mucho, automáticamente pensé en él. Le hubiese hecho muy mal está noticia. Los 14 le dedicábamos un canción.
Seguro se abrazan.
Yo qué sé.

Tengo un montón de ideas y se me mezclan. Quizás no era para escribir.

Pienso mucho, me siento chica. Me siento triste y con miedo.

Se volvió insoportable la levedad, y ahora me pesa más que la presión que antes tenía. Sentía.


-Vos sentís tus pensamientos. No solo los pensas, sino que los sentís. Es muy loco eso de vos. Es lindo, pero debe ser muy triste.
-Si. Es triste.


Siento más miedo que nunca. ¿Qué pasa, loco?

Hoy me declaro desquiciada.



domingo, 5 de febrero de 2012

Soy 1

Así miedosa me creaste. Me dejaste hecha un caos. Soy un dibujo de niños, sin colores y a pura rayas. Resaltando, como un menor golpeado, las partes que me hacen daño. Si él dibujase, pues entonces dibujaría manos desproporcionadas al cuerpo y sumamente más grandes, marcando así el daño que le producen, los golpes recibidos.

Estoy dañada, quizás nací así. Quizás todos nacemos así, con algo adentro roto. Sólo alguien, debe saber donde tocar, para destruirlo todo. Estoy dañada.

Mi sexo, mis genitales, explotan cada vez que me tocas. Mi alma se va de mi cuerpo, quedando al descubierto. Las heridas salen cada vez que me penetras. Mi mente perdida entre el goce y los recuerdos empieza a nublarse. Y cuando esto pasa, no hay vuelta atrás.

El éxtasis baja a cero, se nula, se pierde dejándome sola con un cuerpo que no quiero tener dentro mio. Dejándome expuesta al dolor, queriendo gritar: ¡Estoy dañada! ¡Alejate! Me lastimaron, no tiene arreglo. Y así, solo puedo llorar, pero nunca, nunca puedo hablar.

Callo, siempre callo. Vos, sintiéndote mio y ahora despreciándote, me miras sin entender. Me pedís respuestas que no puedo, ni siento darte. Buscas culpables presentes, cuando todo está lejos en el tiempo. Te acercas, te alejo, te vas.



lunes, 30 de enero de 2012

miércoles, 11 de enero de 2012

Revuelto Gramajo

Lo siento una venganza de tu parte,
una inconsciente venganza.


Siento odio, dolor y bronca.

Siento esa bronca subir por mi garganta.


Siento que sería más fácil morir ahora
que vivir otros veinte años.


Siento los ojos vacíos, sin peso.



lunes, 9 de enero de 2012

Momentos que fueron...

26/03/2010

Por eso los renacuajos saltan...
Para sentir, aunque sea por un instante, como acaricia el aire.


11/??/2009

Me prometió que brillaría por siempre...

Me prometió que todos los días nos iba a iluminar...

Me prometió que jamás nos abandonaría...

Yo le hablé de vos...

Se emocionó cuando le conté cuanto te quería, y que cuando la veo pienso en vos fuertemente y que cuando no está te extraño más, tanto así se emocionó que lloró.