viernes, 5 de diciembre de 2014

Hoy te necesito




En la noche

En la densidad del calor

El pegote de los cuerpos pesados
En la birra y la charla hasta la madrugada.
En la caminata de regreso a casa.
En la caricia continua de la cama.
Esa que va perdiendo fuerza hasta dormirse.
En lo absurdo de tu desnudez.
En lo absurdo de tu nariz.
En lo absurdo de tu vellosidad.

Me contó, él, que te vio en la esquina de casa.
Yo deduje rápidamente el porqué de tu presencia ahí,
Nada tenía que ver conmigo. Con nosotros. ¿Cuál nosotros?

En el olvido de tu ego.
En la presencia de tus demonios.
En tu irritabilidad.
En tu no entenderme.
En tu ser, que no quiere ser.

Antes te había pensado cruzando 9 y 53. “Hoy te necesito” decía la canción.
Y tus manos se marcaron en ardor por mi espalda.

En la desprotección.
En el olvido.
En algún beso.


En las ganas de ser con vos lo que no se ser. Quiero ser.


martes, 21 de octubre de 2014

De la vida que me apropié ya no queda nada



Manuela se acostó en la cama cuando te fuiste a trabajar. No fue el primer día fue el segundo. Yo todavía estaba asustada y movilizada. Todavía me sangraba la vida que no era mía pero que me apropié.

Un año después Manuela no está.


Manuela, que entendía la angustia que ocultaba en la televisión, se acostó a mi lado y me dio calor. Ya no tenía fiebre, ni temblaba. Ya no me dolía el útero, ni pensaba en cuantas pastillas me quedaban.

Un año después vos tampoco estás.


Manuela entendió más de lo que vos y yo pudimos comprender. Ella sintió más de lo que expresábamos. La dejé subir a la cama y la acaricié. Ella solo se recostó a mi lado y dejó que la acariciara tristemente mientras las primeras lágrimas caían una atrás de la otra, lentamente pero con el peso de un río con marea.

Un año después todavía lloro la vida que no era mía pero que me apropié.

lunes, 29 de septiembre de 2014






Lloro como la lluvia que cae en primavera en esta ciudad cuadrada y gris y verde también, más cementosa pero llena de árboles que dan alergia. No puedo respirar porque amo, porque pierdo. Porque no sé vivir bien cuando el tilo entra por la ventana e inunda de esporas la cama y la alfombra de la pieza en la que duermo. Entra neblina por la ventana de la cocina a la noche, madrugada antes que el sol salga. Y se nubla de golpe, de nuevo. Y otra vez llueve sin sentido en esta ciudad. No escapo porque ya me perdí, otra vez. Como esta lluvia que vuelve a empezar de cero. Nunca dejo nada y a la vez lo dejo todo a medias, claro porque no sé vivir bien.
 


jueves, 18 de septiembre de 2014



¿Te acordás, quizás, cuando te robé el primer te amo? Yo huí antes de que algo pasara pero no sin antes mirarte profundamente a los ojos. Eran las seis de la mañana, habías llegado borracho y fumado. Nos saludamos con un beso casual.
¿Te acordás ese sábado que viniste a las seis de la mañana? Siempre había odiado los boliches. Y varias veces rozaste mi mano con tus dedos.
Me pediste qué te haga un café. Y claro, yo, tenía un novio formal. Esa noche me volviste a besar, estuvimos juntos hasta la madrugada dando vueltas en la cama. La cara de envidia que pusiste. Me acuerdo que esa vez no cogimos ¿Te acordás, no? Nos dormimos en mi pieza y no en el colchón que estaba en el comedor. Y aunque fue la primera vez que te veía sola, te esperé en pijama. Eran las seis de la mañana y vos llegabas a mi casa esperando descifrar que había sido ese roce de la tarde. Lo recuerdo, otra vez no cogimos.
A la hora el beso te lo di yo ¿Te acordás que atrás de la desayunadera de mi ex cocina quisiste besarme? Creo que te acordás más cuando te pregunté si querías ser mi novio. A las siete sin duda te bese.
¿Te acordás cómo dos años después me reprochaste cada vez que te robé tu momento? A las trece te fuiste corriendo a tu casa y a las quince nos encontramos en la parada del colectivo. ¿Te acordás que trataste de besarme y yo te corrí más de una vez la cara? Ese cruce de miradas.
Era tu dialogo y te lo robé otra vez. Igual nos dormimos recién a las diez.
En el colectivo me acariciaste la espalda a escondidas. Habías comido una hamburguesa en un puestito a la salida de un boliche del centro. Cruzamos la mínima cantidad de palabras posibles. Yo, que en ese momento cantaba no tomaba, ni fumaba. Hablábamos con otras personas y creo que sólo una vez nos miramos a los ojos.


lunes, 15 de septiembre de 2014




No, no te voy a llorar. Confieso igual que algo de ganas me dan. Pero siento en algún lugar, léase corazón o alma o qué se yo, que llorarte es sólo una mala interpretación del adiós. De tu adiós.
Fantaseé  con que sea eterno y nuestro, infinito y continuo. Pero la realidad es que no somos capaces de soportar tanta miseria. Tanto egoísmo.
Entiendo que el adiós de una persona es sólo el crecimiento de nuestra alma.
Entiendo que el dolor en el adiós de alguien es consecuencia del sentido de pertenencia que tenemos sobre el otro. Entiendo todo eso. Entiendo que no deba dolerme tu adiós, mi adiós, nuestro adiós.
Fuiste, hiciste sentiste todo lo que debías. Me diste todo lo que quise aceptar. Te amé y me amaste, fue real y existió.
Entiendo, también que tenemos que aprender de nuestro adiós. Porque yo no soy tuya. Y vos no sos, ni fuiste mío. Por eso, estas lágrimas que golpean con fuerza mis piernas, son absurdas.
El amor es tan tóxico, nos convierte en todo eso que decimos odiar. No ves cómo nos envenena de mierda el alma. Nos tapa la realidad. No me digas que soy cruel. Porque si, prefiero que sea amor real. El que desea que seas libre y no el que cree que le perteneces.

Te amo en el adiós que me dejás. Porque sé que es el más grande acto de amor irte.



viernes, 22 de agosto de 2014

I love you but you're freaking me out




El sol de verano no es el mismo que el de invierno.
El sol de las 14 no es el mismo que el de las 18.
El agua en tu boca que estaba en el vaso no es la misma agua que ahora yo tomo.
Los lunares de ayer no son los mismos que los de hoy.
La primera fotografía ya pasó. Y ahora ya no sé.

El tiempo corre, yo lo sigo atrás. Y aunque me estire, me agite y aunque intente de verdad nunca llego a él.
Y ¿viste cuando la metáfora te queda tan literal?
No logro llegar a ningún lado. Estoy tan geométrica como siempre.

Qué son estás lágrimas en un rio que no es el mío.
Que nadie las veas.
Cómo explicar lo qué no sé.
Quiero llorar todo el día y esconderme bajo mil sábanas.
De repente estás sonriendo y tu vida está llena de risas.

Los muros crecieron y no mi di cuenta. 
Cómo es que de repente todo está amurado y yo tan encerrada. 
No puedo ver. 
No sé que más hay.

Quiero irme con la corriente tan lejos.
Quiero irme.
Irse no es malo, dijo él.
Y si los finales son inconclusos tiene más dulzura.
¿Qué pasa con vos?
¿Qué pasa conmigo?

Creo que ya no existo. Y soy otra. Un día desaparecí y nadie dijo nada. Todos callaron y yo ya no estoy. Entonces esto que soy es nada para todos.
Hablo todo el tiempo de lo que creo, de lo que siento, de lo que pienso. Hablo del amor, hablo de las relaciones. Me incomodo. Y de repente estoy de vuelta en un lugar común. Soy la angustia que te paraliza. Soy la angustia que no te deja salir. Soy la angustia que te derrite los ojos. Que te come la panza. Que te agita el corazón. Soy tanta mierda metida.


La ola es cada vez más grande y yo no me siento en la punta. Giro hasta ahogarme dentro de ella. No muero, porque no puedo. Agonizo.



jueves, 14 de agosto de 2014

Lo que está mal




Conté los lunares de su brazo derecho. Dieciséis hasta lo que su remera me dejó ver. Quizás tiene más. En el hombro no conté, en su antebrazo no conté. Seguro tiene más.
Un mar de lunares rodean una cicatriz blanca como una isla. El vello no le cubre el codo. Tiene dos cicatrices más en su mano.
Ocho tengo yo en total. Desde el talón hasta la frente, suben y bajan.  Tres en la pierna derecha. Una en la panza más el ombligo. Una en cada mano. Dos en la cara casi imperceptibles.
Cuarenta y un líneas blancas de distintos grosores en el antebrazo izquierdo. Algunas más perdidas en la espalda, creo que tres. Una a cada lado de la cadera. Y un triángulo negro en las costillas izquierda.
Él tiene cuatro triángulos en su cabeza.
Somos un cuadrado. Él no lo sabe bien, yo muy bien tampoco.



viernes, 1 de agosto de 2014



Pienso en vos un montón. Pienso y lloro. No quiero llorar.

Veo la gente pasar. Ellos también piensan. No somos, sólo, nosotros los que estamos mal. Ellos también. Veo sus caras en el colectivo, veo sus caras caminar, veo que no están.

Dormimos juntos, casi cogimos.
Dijiste que nos reiríamos de lo que fuimos.
No somos nada.
Ya no me río.

¿Qué negás? ¿A quién negás?

Quiero dormir abrazada a vos como alguna vez. Pero más quiero dejarte ir.

Camino el parque una y otra vez.
Camino libros. Camino canciones.
Camino el centro de la cuidad vacío por tanta humedad.
Me transpiran las manos.
Alguien llora, no soy yo. No sos vos. Vos no estás. No podes ser vos.

Camino el sendero del parque.
Camino Tokio blues.
Camino equilibrista.
Camino pero no me acerco a nadie.

Escribo al revés. Pienso al revés.
Me acaricio el cuerpo.
Te pienso.
Lloro.

Ves, ¿Te das cuenta?
Algo no está bien.
No estamos bien.
No pensamos bien.
No somos bien.
No queremos bien.





Te doy un beso pero vos no te das cuenta.
La calesita gira y gira.
Vos estás perdido.
Las luces empiezan a brillar.
Te dejo, te vas. Nunca estuviste conmigo.


martes, 29 de julio de 2014



Perdón si te decepciono al andar.
Perdón si me escabullo entre hojas y sombras, entre el sol y las nubes.
Perdón si quiero volar.

La angustia es tierra.
El amor es aire.
Y vos sos todo.

Me recojo el pelo con ambas manos.
Miro el cielo y nada brilla. No tengo a dónde ir.
Quisiera descalzarme y sentir la tierra en mis pies.
Quiero respirar hondo y no ahogarme.
Quiero llorar abrazada a vos.

No hay lugar para mil angustias en el parque. Ni aire para tanto amor. 



sábado, 26 de julio de 2014




Me gusta jugar con fuego y quemarlo todo. Me gusta el olor a quemado, el humo, el sabor. Me gusta quemar papeles y hierbas. Me gusta mucho fumar. Me aleja del dolor y me sumerge más. Estoy tan metida en mi angustia que ya no me duele acá. Ahora me siento segura. Mis muros están escritos con uñas. Frases de una infinita soledad agrietan las paredes. No hay colores. Y sólo entra un halo de luz por la cabeza. No siento frío. No puedo sentir. Acá no se siente nada. Por eso estamos a salvo. A veces quiero irme y gritar fuerte y decirle a todos la verdad. Me imagino caminando entre ellos. Tiene las bocas tapadas, porque así es más fácil. Los miro a los ojos pero ellos no me ven. Y les digo las palabras más dolorosas que se le puede decir a quienes querés. Los destruyo y les escupo verdades subjetivas. No me queda nada. A todos los odio. Me voy y dejo de existir. 



jueves, 24 de julio de 2014

¿Por qué tan triste?



Sólo desperté así.
Mi cabeza reproducía imágenes pasadas en donde sonreía con “un él”.
Y es que estos días no pude dejar de sonreír.
Y entonces le pedí verme. Estaba en la cima. Y todo fue bien.
Pero entonces se fue. Y no quedó nada.
Y lo que parecía tan real desapareció al instante.
Y ahora no sé qué es real y qué es una ilusión.

Y me entristece terriblemente pensar que ese “un él” es, una ilusión. 


martes, 22 de julio de 2014



Desperté no era mi casa.
Desperté entre tus sábanas.
Me gusta tu remera de Sonic Youth.
Y pedirte agua a las tres de la mañana.
Y cuando te vas me das un beso y me mirás dormir.
Me gusta tu casa.
Me gusta tu casa.
Despierto entre el aire más puro y azul de tu casa.
Me despierta la luz que entra por tu ventana.
Y el ladrido de los perros del vecino, que me conoce y me sonríe.
Volvés y yo sigo en tu casa.
Y eso no te molesta.

Y te metes en la cama.





Los truenos que aquietan las voces de la ciudad.
Retumba el piso, se mueven los cimientos.
Y de golpe una luz que cubre a todos y a mi.
No estamos solos.
No estamos  solos.
No estamos solos.
No estamos solos.

Está todo pintado con acuarelas y la lluvia va a lavar la ciudad.
Desaparecen arboles. Y los chicos también lloran.
Se inunda la ciudad y se mezclan los colores.
Un charco arcoíris que brilla por el rayo de un sol lejano.
Es de noche y no hay luna.
No estamos solos.
No estamos solos.
No estamos solos.

No estamos solos.



lunes, 14 de julio de 2014



La neblina entró por la venta,  tapó el comedor.
El espejo que está enfrentándome agiganta el comedor nublado.
Hay neblina en el sillón. Hay neblina en las patas de la mesa. En el respaldo de la silla.

Me asusto y tiemblo. Me siento sola, retumbo contra el silencio. Soy un eco claro que vuelve a mí. 



jueves, 10 de julio de 2014




Y aunque nunca me besaste el ombligo, yo recuedo tu boca por mi ombligo.
Y aunque nunca me besaste los brazos. Yo recuerdo cuando me besabas los brazos.

Y tu boca pasó por mis pezones y ahí se quedó.
Y tu boca subió por mis piernas y yo, todavía lo recuerdo.

Le robe esa sensación a mis labios y se la regale al resto de mi cuerpo.



martes, 8 de julio de 2014



Miro nuestro pájaro, que es una horquilla pegada en la pared.
Pienso en sus alas.
Me siento culpable de lo tan occidental que soy.
Necesito saberlo todo.
Quiero lo que no tengo. Quiero saber lo que no sé. Para después sufrir por todo lo que sé.
Soy adicta al dolor. Soy adicta a estar mal.
Siento falso cuando me levanto y todo está bien.
Necesito darle una causa a mi estado de bien estar.
Me siento tranquila en el dolor.

Me aterroriza morir. 


lunes, 7 de julio de 2014

Seis medialunas y un chocolate



El chocolate llegó entre tus timbrazos. Las medialunas llegaron en tus manos.
Mientras vos no estabas me comí parte del chocolate. Después llegaste envuelto en tristeza.
El tiempo cura todas las heridas, dicen. El tiempo sanó el dolor y provocó otras heridas.

Suenan cuerdas y vientos de fondo. Las cuerdas se corrieron un poco y toda la melodía quedó cruzada. Me empiezo a asustar.

Me enredé entre frazadas y las ganas de tenerte cerca, entre la vergüenza y el miedo. Necesito que tu boca siga las líneas de mi cuerpo.

No quiero odiarte y sé que el amor es odio. Pero esto así es perfecto, es eterno. Me gustas tanto que quiero, siempre y para siempre, idealizarte.

Lloro porque me confunde el amor. Me dice que si te quiero tengo que verte. Pero sé que el amor no existe. Entonces me confunde la nada. La nada me dice que verte es tenerte así. Y así es sólo, a veces.


Te fuiste lleno de besos. Y entre el humo del porro y la malta caliente me como las seis medialunas que dejaste y me termino el chocolate que llegó entre tus timbrazos.



martes, 24 de junio de 2014

Envase vacío




No mirés ese cuerpo con odio, es sólo un envase vacío. Un botella sin agua, sin coca. No culpés a ese cuerpo vacío. No lo llorés. No le importa. No llorarías las últimas gotas de la 7 up.
¿Por qué guardás el envase en la heladera? ¿Por qué guardás su número de teléfono? ¿Por qué todavía lo tenés en facebook? No mirés su cuerpo, porque no hay nada ahí. Está completamente vacío. Como el tuyo, como el mio.



lunes, 23 de junio de 2014

Automatic Mode




A veces siento que mi mente está en automático. Me muevo entre el tiempo que corre tan, tan vintage. Y el espacio que es mi departamento, entre el living/comedor/escritorio y la cocina/lavadero. Cocino y mira la tele, entonces un ruido proveniente del más allá me despierta de mi tiempo muerto.
Pienso que la soledad  me hace un extra. No salgo en ningún lado. Soy, en las películas de amor, la sombra de la ventana de un edificio a lo lejos, el único con la luz prendida. Pero no soy la protagonista, el plano medio corto está puesto en alguien más, dos o tres edificios adelante.



sábado, 21 de junio de 2014




Me hizo muchisimo ruido decirle a alguien te quiero mucho. Fue desconocido para mi boca. La lengua y el aire no circulaban. Cómo alguien se olvida cómo se dice te quiero mucho. Me detengo, pienso a quién le dije por última vez te quiero mucho. Pienso, pero pienso en lo que debería pensar.
Imagino mi cerebro por dentro, luces que vuelan generando circuitos, entran y sales. Brillan como el neón. ¿Por qué hay tanto humo en mi cabeza? Parece neblina, o niebla. No sé. Nunca supe y no me importa saber.
Se mezclan las palabras y es la niebla que empieza a tapar la visibilidad de las letras. Se me vienen caras a la mente. Solo son sus fotos, la información anexa está en sus miradas. Me los imagino tristes.
La neblina se va. Siento un temblor, las manos frías, los ojos pesados. Levanto la vista, observo las últimas palabras escritas. Nada me gusta y eso está bien.







Tengo que dejar de leerte.
Por qué me exito pensando en vos.
No entiendo qué es lo que necesito. No entiendo por qué te necesito. Qué es esto de que la felicidad y el amor existen. La ilusión romantica, el enamoramiento, el ideal.







Me gustaría saberlo todo. ¿Qué más doloroso será a la completa ignorancia? Dicen que el desconocimiento no duele. A mi me duele no saber.



jueves, 19 de junio de 2014




-Sos un cuatro. Te dije. Y yo la dama misteriosa de Liniers.
-Tus cachetes son besables, me dijiste un día y al otro, 
-¿Qué es lo que pasa con vos? Algo tan simple. Algún día tendrás que decirme algo más que "no sé".



Me molesta que aparezcas así. No tenía que ser así. Me molesta no poder ser libre. Me molesta el encierro. Me ahoga el peso de tu culpa. Me da miedo quererte. Me molesta escribirte. Me molesta pensar en vos. Me molestan las horas que pasan. 




domingo, 15 de junio de 2014



Años después se encuentran, ilusionados con la fantasía del amor. Se acuestan. Joe grita desesperada: "No siento nada". Jerome la abraza. Joe llora. Así empiezan una miserable vida juntos.
Y vos y yo también.







¿Por qué no estás conmigo? Te pregunté.
No respondiste.

¿Quién es débil? Me pregunto.
Siempre pierdo en este juego.
Soy más débil que vos.
¿Quién es débil? Me pregunto otra vez.

No juego más. Grité.

¿Por qué es tan triste perder? Pienso.

Quiero ganar.
Dejarte y no volver.
Pero vuelvo, siempre pierdo y perdí, otra vez, perdí.



viernes, 13 de junio de 2014



Guardo cuentos en mi mochila.
Te encuentro en todos lados.
Quiero nadar cielos.
Hablar con amigos muertos.
Quiero hacer el amor con vos.

Perdoname por no ser lo que querés.
No puedo ser una buena persona
sumergida en un rol que no logro entender.

Creo que soy una buena amiga, hasta buena chonga.
Pero novia, no puedo.
Podría vivir por siempre sintiéndome enamorada.
No me siento cómoda con tu forma de amar.

Necesito aferrarme a la realidad.
A lo que es verdad.
Me pierdo en lo feliz que puedo llegar a hacerte.
Me pierdo pensando en tus manos.

Y si, viviría tomando mate con vos,
fumando porro, una birra, sexo,
la tele, música y Friends.

Mientras escribo me empieza a faltar el aire.
No sé si puedo hacerte feliz.
Yo sé que no puedo ser feliz,
Y la verdad, nunca me importó.



miércoles, 11 de junio de 2014

Cartas para no ser leídas: Tres




Escribí poesías de amor y desamor, de la soledad, de Manuela. Contame todas las historias de la cama, en páginas. Contame tus historias que no me puedo dormir. Contame de la escuela que tiene la placa con el nombre de tu mamá. Contame de tu abuela o contame de cuando jugabas al futbol, tu herrmano y la canchita. La Ñata, el carnicero. Y contame que dice Olga. Hablame de tu hermano. Perdonálos a todos y explicámelo. Pero por favor, no me cuentes más lo culpable que soy de tu indiferencia. No quise ser quien fui, pero no podía cambiar. Siendo justos, tampoco puedo ahora. Mi vida es tan mía que no quiere ser de nadie más. A veces tuya, pero  a veces no es suficiente para vos. No es que no te ame, es que no te amo como vos queres. No te amo todos los días. Ni te amo en todas tus formas.  No amo para nada tu inseguridad. Ni amo tus ganas de hablar. No amo tus ojos tristes. No amo el pelo que te sale de la remera. No amo tu conocimiento literario argentino, perdón no lo amo. No amo como tratas a tu cuerpo. No amo tus comidas.
Pero si amo tus manos. Las amo tanto como todo lo que no amo de vos, odio. Amo tanto tus manos que me olvido de todo lo que no amo de vos. Ya casi no recuerdo porque estaba tan molesta y solo puedo pensar en tus manos. Mi cuerpo entra en tus dos manos. Si me agarras creo poder ser toda tuya. Una caricia de tus manos en más que suficiente, a veces. Amo tus manos por mi espalda. Amo tus manos por mi cabeza.
No queres saber y en verdad nunca quisiste. Me sé todas tu historias, con año y direcciones.
Quiero saber todo lo que pasa por tu mente. Quiero saber que decirte.




martes, 10 de junio de 2014

AmorquetengoAmorquequiero




El éxtasis que siento en mi cuerpo me quema.
Quema mi sexo y mis manos.
El aire se acaba.
Todo es humo y luces de colores.
Brillan y titilan. Enamoran el ambiente.
Todos nos amamos.
Mechones de pelos largos se acarician.
Movimiento de cabezas sueltas.
Alguien me mira y lo siento.
Me ama también.
El éxtasis otra vez.
Muevo el humo denso del lugar.
Hay muchos alrededor,
Nadie me hace daño.
Así todo está bien.







Me pregunto si sólo huyo de vos.
Me preguntan si estoy entusiasmada.
No quiero mentir, pero miento igual.
Tengo miedo de lo larga que se siente la vida.
Me pesan mucho los muchos días de mi vida.




domingo, 8 de junio de 2014

Sueños




Sueño que un día soñé que entre la hierba crecida de más, aparecías. Tu cuerpo era solo un sombra. Pero se sentía real y mazisa. Solida y no fantasmagórica. Sueño que soñé que te tenía. Y tengo mientras sueño. Y por eso me gusta soñar.




jueves, 5 de junio de 2014




Las calles están inundadas de cocker,
me siento ofuscada, no paro de resoplar.
Quiero abrazarte.
Necesito escapar. Otra vez.



miércoles, 4 de junio de 2014

Y aunque no quieras, estás




En el cuaderno donde escribo, estás.
En el libro de cuentos que robe, estás.
En las letras de las canciones, estás.
Cuando duermo, estás.

Estás. Siempre estás.
Vos no querés. Pero estás.

Estás en los caramelos Billiken del frasco de vidrio.
Estás en la agenda Macanudo de mano.
Estás en las plantas que hay que regar.
Estás en mi cama, también.

Estás. Por más que no quieras, estás.

Estás cuando a los gritos canto. 
Cuando lloro.
Cuando quiero olvidarte.

Estás en las salidas nocturnas.
En el humo de mi porro prendido.
En las lágrimas oculta.
En el llanto desesperado también estás.

Estás en los tipos que me cogí.
Los que me cogieron.
Y los que nunca me monté.
Estás en todos ellos.

Estás en las calles que camino.
Estás en los versos que escribo.
Estás guardándote.
Estoy guardándote en papeles.

No te alejo más.
Te guardo en mis bolsillos.
No te enojes más.
Te guardo en mis cuadernos.
No te quiebres más.
Te guardo en Internet también.




martes, 3 de junio de 2014

lunes, 2 de junio de 2014

Una noche de neblina






No fue la última vez que nos vimos, sino la anterior. Volvíamos caminando entre la niebla de la búsqueda gulera al kiosco. Un alfajor en cada mano.

Vos dijiste algo como, "estoy feliz, mi vida es como más o menos quiero que sea". Te pregunte cómo era tu vida, entonces me relataste paso por paso lo que hacías cada día, desde que te despertabas hasta que te Dormías.

A lo que yo te respondí, "No entiendo cómo alguien puede saber cómo quiere que  sea su vida". Me miraste y  me dijiste, "No entiendo cómo alguien no puede saber cómo quiere que sea su vida".




jueves, 29 de mayo de 2014




En un drama constante y eterno, me siento.
Estoy rodeada de nostalgia.
No puedo caminar. 
No sé caminar. 
No sé caminar sola. 



miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Por qué duele tanto?






No puedo soportar tanto dolor.
Tanta angustia me desarma. Estoy desparramada en el piso.

¿Por qué duele tanto que no estés?
Me asegure que no te olvidaras nada, y no hay nada, y eso duele más.

Soy la luz prendida a las cuatro, cinco, seis de la mañana.
Soy lágrimas que no se agotan, soy risas drogadas.
Soy la escritura nocturna que busca acabar en tu mirada.

Quiero ser tu lectura, tu lágrima.





Perdida en el frio/calor de la habitación.
Ahogada entre el encierro y el miedo a ser invadida.
Me siento perdida, me siento frustrada.
Siento que me ahogo, no puedo gritar.
Soy lo que tanto odio de vos.
Estoy confundida.

viernes, 16 de mayo de 2014

Niña




La niña se escondía, no le gustaba la brillantina.
Se enredaba entre las sábanas cuando un viento soplaba. La ventana miraba y lloraba.
La lluvia le daba nostalgia. El amor, miedo. La oscuridad la paralizaba.
La niña jugaba pero no reía. Jugaba sola y escondida.




Dejarlo ir




Dejarlo ser.
Dejarlo ir. Dejarlo para ser.
Alejarme del ego. Te extraño, te necesito. Y que egoísta soy al hacerlo.
Dejar de lado el ego. Dejarte ir de mi. Vos seguís. Vos vivís, respirás. Te despertás, soñás, sufrís, amás, temés, sos, existís. Y yo te amo. Y yo te amo y te dejo ir. Te dejo ser sin mi.



jueves, 15 de mayo de 2014

A 40 minutos




Tus manos acariciando mi espalda. Hueso por hueso, amor por amor. Dulzura, ganas, desesperación. 

La necesidad.


viernes, 2 de mayo de 2014

Detrás de las hojas, su alma y yo




Hay algo en la caída de las hojas del árbol del balcón que me angustia.
Se va desnudando de a poco y pienso en la muerte.
Pero el árbol no muere. Sólo duerme.
¿Y cómo sabemos que mientras hiberna, no tiene pesadillas?

Era invisible para el mundo. El follaje, las hojas verdes tapaban, escondían el alma. Su alma, mi alma.
Y ahora estamos desnudos y nuestras almas están expuestas al dolor del mundo.
El otoño siempre fue mi estación preferida. Quizás quiera mostrar mi esencia. Quizás quiera que me observen.



Preguntas Retóricas





No quiero llorar tu ausencia.
Porque sino ¿Para qué te dejo?




lunes, 28 de abril de 2014

Pasan días y pasarás




Los lunes de horarios paralelos.
Los martes de psicohablarnos.
Los miércoles de vos y no de mi.
Los jueves quién sabe si te puedo cruzar.
Los viernes de miedo a cruzarte.
El fin de semana de no saber a dónde estás.

Son sólo días que pasan, hasta que no pasen más.
Hasta que no pases más.
Hasta que no vuelvas a pasar.




miércoles, 23 de abril de 2014

Cartas para no ser leídas 2




Ven, vení. Buscame.
No te das cuenta que cada vez que me alejo es por miedo.
No te das cuenta que siempre que vuelvo te amo tanto que me duele.
Vení. No me hagas caso. Ignora mis palabras.
Vení y buscame y llevame con vos.
Sacame el miedo. Agarrame fuerte la mano.
Decime por dónde. Obligame un poco.

No soy difícil ni tan compleja, un poco terca.

Entende que me cuesta hacerme responsable.
Entende que las responsabilidades para mi son obligaciones.
Las obligaciones me generar presión
y así el miedo me invade.

Pero también hacerte cargo de lo que decís.
Si es a por todo, que sea así y no de a poco.
Si pedís tiempo, dame tiempo.
Si pedís reconocimiento, presentame a mi también.
Si querés estar conmigo, preocupate.

Entonces... No va a pasar.
No vas a estar.
Y probablemente te sigas durmiendo a las diez de la noche y yo a las cinco o seis.
Y vas a salir de trabajar y te vas a ir a cursar.
Y la reunión de Radio. Y la entrevista. El programa hasta la medianoche.

Explicame, cómo es que yo por estar con vos, dejo de ir a cursar. No voy a la reunión de Radio.
Explicame, ¿cómo llegué a este lugar? ¿Y explicame cómo es que te alejas sin mirar atrás?
Entonces, yo te dejo, pero en realidad vos te fuiste mucho antes.
Vos ya no estabas.


martes, 22 de abril de 2014

Mente no anda



El hamster está agotado, ya no hay electricidad.
La rueda no gira, el cable no empalma,
la energía no circula más.

La baba cae.
Los ojos crecen.
Las extremidades dejan de andar.
El corazón no bombea.
La sangre no circula.
Las venas se grisasean.
Los labios se secan.

Tengo miedo de morir y que nadie se entere.




lunes, 21 de abril de 2014



Necesito hacerte presente otra vez.
Me alejo, te tengo.
Necesito hacerte presente en la pelea antes que perderte.
Me alejo, no te tengo más.

No puedo permitirme caer.
Caer, volver a vos.
Volver, hacerte presente.
Hacerte presente, pelea.

Necesito no hacerte presente.





domingo, 13 de abril de 2014




Río por  la luz de la ventana azul. Camino con el porro brillante. Despierto en el cemento quemado. Lloro por el ojo frío. Vuelo con  las canciones chinas. Tiemblo por el universo quieto. Canto en  la silla tranquila. Respiro con los esqueletos sumisos. Murmuro con las estatuas calladas. Duermo con  las manos aplastadas.          







Sentir que duele si respiro.
Sentir frío en el pecho.
Despertar doliendo.
Dormir temiendo.

Agota respirar.
Más cansa pensar.

Sentir penas en el olvido.
Traer el pasado y marcar el destino.
Se va acabando el cigarrillo.

Se va apagando el sonido.



sábado, 12 de abril de 2014

La noche




La noche no terminó cuando te fuiste en la oscuridad. La noche no terminó cuando cruzaste la puerta. La noche siguió sin vos. Sin mi. Siguió en vos, en mi. Quedo el tacto. Quedo el sufrir.



Tic Tac




Necesito que entiendas el peso que genera el verme desnuda de nuevo.
El peso que genera ver mi cuerpo.
El peso que genera, me sientas sexi.
Querer serlo, saber serlo y olvidarlo.
Necesito que entiendas la tristeza que me genera.
Mi cuerpo y tu cuerpo.
Mi cuerpo con tu cuerpo.
Los cuerpos.
Las personas.
Sus almas.
Todas contaminadas.
Necesito no contaminarme y ser consciente de lo que meto en mi cuerpo.
No quiero contaminarme más. No queiro contaminarme más. No quiero contaminarme más.

Necesito que entiendas.

No me obliges.









Quiero ser el aire frío de otoño. Ese que se siente liviano y no pegajoso. Ese que te limpia las ideas. El que te llena los pulmones. El que te limpia la cara. El que te despierta. Quiero ser el aire frío de otoño, ese que te da paz. Te da más.




jueves, 3 de abril de 2014




Mis palabras quieren ser poesía
Mi poesía quiere llegar a vos.
Yo a vos quería amarte mucho.
A marte quería ir de la mano.
En las manos me escribo palabras.
Palabras que quieren ser poesías y terminar en vos.



Inconclusa



Tengo miedo de tu encuentro.
Tengo miedo de tu mirada dolor.
de tus ojos grandes y saltones.

Tengo miedo de tu miedo.
Tengo angustia demás.
Tengo sufrir y cansancio.
Tengo los ojos hinchados.

Tengo rojo de llorar.
Tengo negro de no dormir.
Pálido de no comer.





martes, 28 de enero de 2014



Me revolvió la tristeza las ganas.
Me enredo, me tiro, me sacudió.
Me dejó desnuda en la calle.
Me dejó despeinada.
Quedé desorientada, perdida entre el norte y el sur.
Me sacudió tan fuerte que no sabía quién era, dónde estaba.
Me dejó lejos de casa.
Me sacudió lejos del mundo que conocía.
Me entregó a barrios bajos.
Me entregó a mares profundos.
Me entregó al fuego del infierno.
Me agarró tan fuerte para que no escapara.
Me negó mirar, no me dejó escuchar.
Me llevo a donde quiso y como quiso.
Me cogió. Me violó. Y así me devolvió.



Triángulos



El dolor transformado; ¿Dejaría de ser dolor?
En triángulos tal vez.
Que brillen en la habitación oscura, rebalsada, melancólica.
Triángulos de distintos tamaños, de distintos colores y dimensiones.
Triángulos altos, equilátero, isósceles y escaleno.
Triángulos de las Bermudas en mi cama, que nos hagan desaparecer.

Triángulos de dolor.

Triángulos que nos lleven y traigan. Triángulos que nos atraen.

Lloro triángulos, grito triángulos. Me lastimo triángulos. Sufro triángulos. Y creo triángulos.

Entonces pienso que hay que darle nuevos significados a las cosas.



viernes, 24 de enero de 2014

Quiero todo a la vez

Quiero que todo deje de hacerte presente.
Quiero que no estés a donde sea que mire.
Quiero poder salir y no tener más miedo de cruzarte y no saber que hacer; Si correr, si llorar, si seguir.
Quiero poder estar en mi casa y dejar de imaginarte abajo sin poder tocar el timbre; tan confuso como estoy yo.

Quiero encontrarte y besarte.
Quiero dejarte, olvidarte.
Quiero hacer el amor con vos.
Quiero cogerme mil tipos y que desaparezcas de mi.
Quiero amarte.
Quiero odiarte.

Quiero todo a la vez.

miércoles, 22 de enero de 2014

Hoy voy a llorar a los cuatro vientos.
Voy a correr a todos lados.
Voy a dividir mi cuerpo.
Voy a ser muchas.
Voy a ser todas.

Hoy voy a dejar que mi alma vuele.
Que mis lágrimas siembren.
Que mi cuerpo explote.
Que me encuentren y me dejen.

Hoy voy a dejar que la herida hierva.
Que la sangre flote.
Que la mente queme.

Hoy quiero quemarme viva.
Ahogarme en penas.
Vivir en agonía.

lunes, 20 de enero de 2014

Ver el mar.
Ver el río.
Ver desde un puente sentados
o desde algún acantilado.
Ver el sol y taparlo con las manos.
Ver el cielo estrellado.
Pisar la arena caliente
el césped mojado.

Ver tu boca,
ver tus dientes.
Jugar con el vello de tu cara.
Jugar con los esmaltes de verano en tus pies.
Escribirte mensajes de amor.
Despertar a tu lado
dormir agotados.

-No te duermas
-No. Y los ojos se cerraban.

-Date vuelta.
-Si. Y giraba, dando la espalda.


Te conozco, ¿Quién sos?

Es tu rostro todo lo que no puedo resolver.
Las arrugas de tus ojos no me dicen nada.
Miento.
Conozco de memoria todo lo que sos.
Es verdad.
Cuando llorás tus ojos crecen a punto de explotar.
A veces verdes,
a veces miel, marrones también.
Cuando estás nervioso tu aliento viene directo del estomago revuelto.
Cuando estás nervioso tu panza habla a gritos de socorro.
Cuando venís con ganas de decir algo,
te quedás callado, te ponés incomodo.
Cuando algo te supera, te vas por las ramas.
Cuando te echan, te quedás.
Te conozco de memoria.
Y sin embargo, ahora no sé quién sos.

domingo, 19 de enero de 2014

Incomprensible Conceptual


Ahí va con su abrigo
Ese tipo raro, Rodrigo.
La nieve se junta en su ombligo
Y por eso no tiene ningún amigo.
Conceptual Incomprensible #187
Liniers



Que tipo raro. La nieve no se junta en su ombligo. Pero la pelusa si. En su ombligo tiene un remolino. Y ese remolino es una tormenta desde la nariz hasta su entre pierna. Pero hay tormenta en sus manos también. Y en sus dedos. En sus hombros, en sus ojos, en sus piernas. ¿Y en sus pies? No sé.
Tiene muchos amigos. Porque es un tipo charlatán que habla sin cesar. Tiene muchos amigos y la nieve no se junta en su ombligo. Tiene muchos amigos y una tormenta en el pecho.
Él dice que es el amor después del amor. Y es verdad. Que tipo raro. Que tiene amigos y una tormenta en su ombligo.



viernes, 10 de enero de 2014





Me dolía la saliva, las lágrimas, la transpiración.
Me dolía la cera de los oídos.
Me dolía el nudo en la garganta.
Las ganas de vomitar.
El frío de las manos, dolía.
La cabeza quemada, dolía.
La angustia dolía.
La falta de hambre, también.




jueves, 9 de enero de 2014

¿Dónde te deje?



Estás guardado en algún lugar. 
No te encuentro.
Te guardé muy bien.
Como todo lo que pierdo,
cuando no te busque,
vas a aparecer. 



miércoles, 8 de enero de 2014

Cartas para no ser leidas - Ponerle fin





Te escribo desde el silencio y la oscuridad. Te escribo después de mucho pensar y analizar y analizar. Te escribo aunque me lo prohiba. Te escribo porque necesito hablar con vos.
Me tomé mi tiempo para hablarte. Bah, no, mentira. Me obligaste a tomarme tiempo para hablarte. Y en verdad esta es la única forma de hacerlo. Escribirte una carta que sé, jamás leerás. Pero la escribo, te hablo igual. Y así calmo mis ansias, mis ganas. mi dolor, la angustia que me genera el rechazo que recibo de vos. Rechazo que jamás pensé experimentar en vida. Jamás pensé que alguien pudiese sentir lo que vos sentís por mi: Rechazo.
No sé como hacés. No sé como te aguantas las ganas de putearme. De gritarme. De odiarme en la cara. De odiarme y que te vea odiarme. Es que yo me pongo en tu lugar y actuaría distinto. Te odiaría, te llamaría para que sepas mi odio. Para putearte. Para gritarte. Gritar.
Pero vos no. Vos no me llamás. No me puteás. No me gritás. Simplemente me rechazás. Tan simple como la muerte. Me matás.
Escribiría una carta diciéndote lo equivocado que estás. Pero ¿de qué vale? Sí hubieses tenido alguna duda, me habrías llamado. Me hubieses preguntado. Pero vos no dudaste, solo creíste. No me diste oportunidad ninguna. Escuchaste, creíste y me rechazaste.
Pensé que hacer al respecto. Volverme y buscarte. Esperar y buscarte. Volver cuando debía volver, esperar y buscarte. Volver en algún momento y encontrarte. O dejarte ir. Está última es la más difícil y sin embrago, la que más hicimos y dije hacer: Dejarte ir.
Pensé que loco sería sí fuese verdad lo que vos crees. Debería pedirte perdón y vos decidir si perdonarme. Yo no lo haría. Pero ahora pienso, que si te busco y te digo que no es verdad, vos me escuchas, me crees... ¿Qué pasaría después? Me iría llorando igual, con el corazón roto, porque nunca fuiste capaz de pensar en mí, en mi inocencia. Ni siquiera dudaste. ¿Y cómo puedo perdonarte? No puedo perdonarte.
Nos vivimos separando, sabíamos que algún día iba a ser el último. Y mirá que loco, lo decidiste vos. Le pusiste fin, por fin.